Archivo para la Categoría » Electricidad «

Jueves, septiembre 26th, 2013 | Author:

Desplazamiento de una lámpara

Desplazamiento de una lámpara:
Desplazamiento de una lámpara existente.
• Añadido de una segunda lámpara en paralelo con la primera.

Material necesario (según el caso): una caja de derivación, tubo flexible de color amarillo de 13 mm de diámetro como mínimo, cable multifilar de dos o tres conductores, regletas de empalme y bridas de fijación.
Si, como consecuencia de la renovación de una sala —o por cualquier otro motivo— se desea desplazar o añadir una lámpara que esté conectada al mismo interruptor, existen tres maneras de hacerlo:
• Si el techo dispone de un falso techo el desplazamiento o incorporación no podrá realizarse, salvo si se trabaja en el sentido de las vigas o bovedillas. Puede ocurrir que el falso techo esté más bajo que las vigas y entonces no existirá ningún problema. De todos modos siempre cabe el recurso de realizar una instalación vista.
• En el caso de tener un techo de yeso como revestimiento de un solado de hormigón se podrá realizar una instalación empotrada o vista. Cualquiera que sea la solución adoptada lo primero que hay que hacer antes de empezar es cortar la corriente del circuito que alimenta la lámpara o en su defecto cortar la corriente general de entrada. La lámpara existente se desempalmará y se desmontará.
En el falso techo:
Si no se puede comprobar el sentido de las vigas en un falso techo enrasado con la parte baja de las mismas se practica un agujero cerca de la lámpara e, introduciendo un trozo de alambre de 2 a 3 mm de grosor, convenientemente curvado, se intentará profundizar en diferentes direcciones. La resistencia que se encuentre al chocar contra las viguetas (espaciados de 30 a 60 cm) permitirá identificar la dirección de las mismas.
Una vez establecida dicha dirección se tendrá que hacer un nuevo agujero en el emplazamiento elegido. El agujero debe permitir pasar la mano dentro. En el antiguo lugar de la lámpara se realiza un segundo agujero algo mayor que el diámetro del tubo flexible de color amarillo para canalización, que se habrá cortado con una medida ligeramente mayor que la distancia existente entre ambos agujeros. Este tubo se introduce en el agujero pequeño y se procura pescarlo desde el otro pasando la mano a través del techo. El tubo debe sobresalir por ambos extremos. Después se taponan los agujeros con escayola o con un material adecuado y cuando haya endurecido se cortan los extremos del tubo enrasados con la superficie del techo. Seguidamente se pasa el cable multifilar por el tubo (con dos o tres conductores, según la instalación); después se coloca la caja de derivación en el antiguo emplazamiento. Esta caja debe recubrir los orificios del antiguo y del nuevo tubo. A continuación se empalman los conductores, procurando que concuer-den (fase con fase, neutro con neutro y tierra con tierra).
La última operación consiste en fijar un gancho para suspender la lámpara en su nuevo emplazamiento y empalmar los conductores que deben alimentarla mediante el empleo de una regleta. Si existe hilo de tierra debe entrar en contacto con la carcasa metálica de la lámpara. Se comprueba, por última vez, la instalación y se vuelve a conectar la corriente; antes de proceder se acciona el interruptor para ver si todo funciona.
Instalación empotrada:
El proceso es prácticamente el mismo. La única diferencia consiste en que el tubo de canalización, en lugar de pasar entre el falso techo y la parte inferior de las viguetas, se aloja en una roza practicada en el techo o falso techo.
Para realizar esta roza se marca el techo con un par de trazos de lápiz; la anchura y profundidad será algo superior al diámetro del tubo. Esta roza puede realizarse manualmente con un cincel o bien mecánicamente con un disco acoplado a la máquina universal. Se marcará también el emplazamiento de la caja de derivación.
Se continúa la operación hasta conseguir la profundidad necesaria para alojar el tubo y la caja de derivación, aumentando de 10 a 15 mm las dimensiones para poder operar libremente cuando se realice el recibido con yeso.
Se amasa una pequeña cantidad de escayola muy espesa, se moja la roza y se rellena el fondo del hueco para la caja de derivación. Se aprieta ésta contra la escayola hasta que sus bordes queden enrasados con la superficie donde se empotra. Se espera a que el yeso fragüe y luego se empotra de manera similar el tubo. Para facilitar el trabajo se sujeta el tubo en varios puntos mediante ganchos o bridas. Se recubren con escayola algunos puntos y cuando éstos hayan fraguado se acaba de rellenar toda la roza con el tubo dentro, procurando retirar antes los clavos o bridas. Se alisa el yeso para que quede enrasado con la superficie. Después de haber dejado secar el yeso sólo faltará lijar y repintar.
Instalación vista:
La instalación vista resulta mucho más sencilla que la instalación dentro de un falso techo o bien empotrada. Primero se coloca la caja de derivación en el antiguo emplazamiento de la lámpara, después de haber cortado la longitud necesaria de cable multifilar y haberlo desnudado en sus extremos. El cable se fija con bridas o grapas (según la clase de techo) espaciadas 30 cm entre sí.
A continuación se procede prácticamente igual que para una instalación dentro de un falso techo: empalme de los conductores según sus características en la caja de derivación, cuyo lateral se entallará para permitir el paso del cable. Luego desnudado en el otro extremo contando con un trozo de más para futuras manipulaciones. Este trozo excedente quedará a cubierto en el interior de la cazoleta para disimular las conexiones de la lámpara. En algunos casos se tendrá que realizar una entalladura o agujero en dicha cazoleta para dar paso al cable. Y, finalmente, empalme de los extremos del cable con la lámpara mediante regletas.
Añadido de otra lámpara:
La técnica es igual que para el desplazamiento de una lámpara, pero no será necesario emplear una caja de derivación, ya que los cables de la lámpara que se añade se empalman con los de alimentación de la primera.

Lunes, septiembre 23rd, 2013 | Author:

Nociones de conductores

Nociones de conductores:

En todo proyecto de instalación eléctrica, tanto si se trata de una instalación nueva como de una modificación en una instalación existente, se deben seguir las normas vigentes.
Canalizaciones, conductores y cordones
Una canalización está constituida por un tubo de protección y los conductores que lleva en su interior. Una instalación eléctrica se compone de canalizaciones visibles o empotradas en los muros o techos de la casa. Estos vienen complementados por los conductores flexibles que establecen las conexiones con los aparatos de consumo y las lámparas de techo. Los tubos son, pues, la protección aislante de los conductores que llevan la corriente eléctrica del cuadro de entrada a la toma de corriente y a los aparatos de alumbrado. El cordón flexible es, pues, la última conexión entre una toma de corriente y un aparato, o entre la toma de techo y el portalámparas de una luminaria.
Diferentes tipos de conductores
Se distinguen esencialmente dos tipos de conductores:
1. Los conductores monofílares o hilos. Sirven para llevar la corriente al cuadro de distribución, en donde penetran en tubos vistos o empotrados (canalizaciones). Están constituidos por un alma de cobre y su aislante. La figura A muestra los conductores monofílares más empleados (a, b, c).
En la práctica se emplean estos hilos en secciones que pueden variar desde 1 mm2 hasta 6 mm para un hilo de alma rígida y maciza (a) y con secciones superiores para hilos de alma rígida pero cableada (b). El tercero (c) es el que se emplea para la conexión de lámparas y de aparatos móviles. Los conductores monofílares son de varios colores, lo que resulta indispensable para diferenciar las fases (todos los colores, salvo el azul, claro, amarillo, amarillo-verde y rojo) el neutro (azul claro o amarillo) y el tierra (amarillo-verde o bicolor).
2. Los   conductores   multifílares.
Pueden utilizarse en lugares húmedos y
al aire libre, directamente sobre pared o bajo tubo. Está prohibido enterrarlos o empotrarlos si no están protegidos contra choques y otras degradaciones.
Las secciones son las utilizadas en función del fusible que protege el circuito (como se explicó anteriormente).
Los conductores multifilares se distinguen con los mismos colores que los monofilares y hay que observar las mismas prescripciones.
El cable actual comporta una funda aislante que resiste bien la humedad y la gran mayoría de productos químicos. Antiguamente se utilizaba como aislante el caucho, que se degrada a la larga. Es preferible renovar las instalaciones equipadas con este tipo de conductor.
Para realizar una instalación eléctrica correcta será necesario:
• Colocar un tubo visto o empotrado que una los puntos a alimentar.
• Disponer de todo un equipo de accesorios (cajas de derivación, interruptores, bases de enchufe, clavijas, etc.) para ser colocados en lugares oportunos;
• Hacer pasar varios conductores uni-filares o multifilares por las canalizaciones. La cantidad de hilos dependerá de la instalación;
• Llevar a cabo los empalmes.
Los tubos:
La denominación de los tubos se establece en función de sus propiedades:
— Tubo aislante rígido
— Tubo aislante flexible
— Tubo metálico rígido
— Tubo metálico flexible.
Existen dos clases de tubo aislante flexible: de color naranja (que propaga la llama) y de color gris, negro o azul (au-toextinguible).
Las condiciones de empleo de los tubos son muy estrictas. Por otra parte, varían según si la instalación es vista o empotrada.
Montaje visto. El tubo aislante rígido y el tubo aislante flexible de color gris, negro o azul, se pueden utilizar en instalaciones donde no haya riesgo de golpes o aplastamientos. En todos los demás casos es preciso utilizar tubo metálico rígido. El tubo metálico flexible se podrá emplear cuando el aparato a empalmar no esté fijado sólidamente a una pared con una canalización fija (cosa poco corriente en una casa particular).
Montaje empotrado. Se pueden emplear los tubos siguientes:
— Tubo aislante flexible de color naranja, gris o amarillo;
—Tubo metálico rígido para canalizaciones hechas en suelos, falsos techos, bovedillas, etc. Pueden estar prohibidos en ciertos lugares (por ejemplo, en cuartos de baño).
Los cordones:
En las conexiones flexibles o cordones los conductores unifilares están constituidos por una serie de hilos delgados o filásticas que resisten a las torsiones y a los arrollados reiterados.
En un cordón de tres conductores el código de colores es el siguiente: negro, pardo, etc. para la fase, azul para el neutro y amarillo-verde para la tierra.
El cordón de dos conductores se reserva para los aparatos que tienen doble aislamiento (o no son metálicos) y que no necesitan toma de tierra. En este caso el cordón no lleva ningún color codificado. En el caso de una lámpara de mesa, por ejemplo, los conductores están formados por dos filásticas convenientemente aisladas entre sí pero unidas por el mismo aislante que las envuelve, que puede ser de muchos colores: blanco, negro, beige, marrón, etc. Pero hay que saber que el uso de un cordón de esta clase no es muy recomendable, siendo preferible usar un cable flexible con doble aislamiento.
Circuitos de iluminación:
Los circuitos de iluminación comportan frecuentemente cajas de derivación (fig. B). En este montaje el conductor va del cuadro de distribución a las cajas de derivación instaladas en las paredes cerca del techo. Conductores independientes unen las cajas de derivación a las tomas de techo y a los interruptores. No se debe añadir una lámpara a un circuito de derivación sin consultar a un instalador.
En otro montaje (fig. C) se ha empleado una línea continua que se inicia en el cuadro de distribución y alimenta los puntos de luz uno tras otro. Los interruptores están conectados directamente a las tomas de techo. El encendido de una lámpara por un mismo interruptor (o en el mismo circuito) puede añadirse en este montaje a condición de empalmar un cable que parta de la toma de techo. Precisemos, no obstante, que no es posible rebasar una cierta cantidad de puntos de luz por circuito (de 10 a 12 aproximadamente).

Sábado, noviembre 10th, 2012 | Author:

Utilidad:
Hay variedad de motores eléctricos y un profesional sabe dónde y qué se puede reparar.
Muchas veces es necesario hacer un bobinado nuevo para salvar una máquina: recurra a alguien que sabe, consulte y pague por el servicio. Exija garantía por el trabajo.
Si Ud. quiere investigar desenchufe el aparato y desarme con orden y ordene para el armado. Si duda, anote.
Bujes gastados y bolilleros engranados hay que cambiarlos.
En los motores que llevan escobillas (carbones) el cambio es fácil, pero deben ser del mismo modelo y tendrán que asentar parejas sobre las delgas del colector.

Jueves, noviembre 08th, 2012 | Author:

El motor eléctrico.
Liviano. Potente. Silencioso. No contaminante. Donde hay corriente eléctrica está presente y su forma puede variar, igual que su construcción, pero siempre será el encargado de transformar la energía eléctrica en trabajo.
Conformación básica.
Los motores eléctricos en general funcionan aplicando el principio del campo magnético. El mismo se genera en una parte fija que va adherida a la carcasa llamada estator. Está formado por dos o más núcleos de hierro y rodeados por un bobinado de cobre cada uno. Es fácil imaginar que cuando circule corriente por el bobinado, cada núcleo se transformará en un imán tal como en el experimento de la página anterior. El estator está sujeto pero aislado de la carcasa y copia su redondez.
En el hueco central, y apoyado en los extremos sobre bolilleros o bujes girará el rotor. Este es un conjunto cilindrico bobinado en torno al eje y está dividido longitudinalmente en tres secciones. Las divisiones son de hierro macizo o bien de láminas de chapa. Los extremos del bobinado del rotor terminan en las delgas que son las partes del rotor por las que ingresará la corriente a través de las escobillas. Los carbones o escobillas son de una sustancia blanda, conductora de la electricidad y resistentes al desgaste y la temperatura. Por lo general son de grafito y es la parte que más se desgasta en los motores de licuadoras, procesadoras de cocina, taladros, etc.Es común ver en las ferretería ex-hibidores con distintos modelos de carbones.
El funcionamiento es sencillo: cuando hay corriente en las bobinas del estator, el campo magnético ejercerá una fuerza sobre el rotor pero la atracción de cada campo se neutralizará con el otro. El motor zumbará, temblará pero no romperá el equilibrio de fuerzas. Para que gire es necesario que el rotor se cargue de corriente en un sector, el que está siendo rozado por las escobillas y entonces se generará un campo magnético giratorio.
Se ha logrado convertir la energía eléctrica en mecánica. Ahora, mediante una polea puede aprovecharse su fuerza.
utilidad.
Hay variedad de motores eléctricos y un profesional sabe dónde y qué se puede reparar.
Muchas veces es necesario hacer un bobinado nuevo para salvar una máquina: recurra a alguien que sabe, consulte y pague por el servicio. Exija garantía por el trabajo.
Si Ud. quiere investigar desenchufe el aparato y desarme con orden y ordene para el armado. Si duda, anote.
Bujes gastados y bolilleros engranados hay que cambiarlos.
En los motores que llevan escobillas (carbones) el cambio es fácil, pero deben ser del mismo modelo y tendrán que asentar parejas sobre las delgas del colector.

Martes, noviembre 06th, 2012 | Author:

Motores eléctricos:
Casi siempre ocultos pero brindando servicios importantes. El campo de aplicación de la corriente eléctrica se vería considerablemente reducido si no fuera por la presencia de ellos. En poco espacio, con relativo bajo peso, desarrollan fuerzas capaces de mover un tren. Y todo esto sin contaminar. Así son, así nacieron y así trabajan los motores eléctricos.
En el principio fije la piedra.
El descubrimiento de la piedra imán viene desde lejanos tiempos y será fácil imaginar el asombro del primitivo detectando, atrayendo partículas ferrosas con un trozo de esa piedra. Sin saberlo estaba moviendo cosas de su sitio sin tocarlas. Estaba inventando el motor.
Los magos que hacen correr la bolita de acero sobre la mesa, sin tocarla y sin que se escape a su mandato, mientras desplazan el imán por debajo del tablero, también andan cerca de la invención del motor eléctrico.
El electroimán.
Fue necesario descubrir la posibilidad de imantar un núcleo de hierro a voluntad para poder aprovechar la fuerza de atracción y el movimiento que genera.
Un electroimán es un imán artificial que se magnetiza cuando está bajo carga eléctrica.
El experimento que hacen los chicos en el colegio es fácil de realizar y ayuda a comprender el principio de funcionamiento de los motores y otros mecanismos que están presentes (ocultos) en la vida de nuestros hogares.
Por si alguien quiere divertirse puede hacerlo fácil: Un clavo grueso o un pedacito de hierro de construcción enfundado en un tubito plástico (pajita de beber) o cinta aisladora. Se hace un arrollamiento de alambre de cobre sin que las vueltas se encimen, en forma de resorte. Cuantas más vueltas sin que se toquen, más potente será el imán. Una pila común de linterna proveerá la corriente necesaria para hacer funcionar el aparato. Cada extremo del alambre de cobre se aplica a los polos de la pila. Cuando el circuito se cierre, el clavo estará imantado y atraerá alfileres, virutas de hierro, bolitas de acero, etc. y si tiene fuerza puede ievantarlas en el aire. Cuando se separe una punta del alambre de la pila, el imán se interrumpe y los objetos se despegan. Los timbres mecánicos, los cierres automáticos de puertas, los automóviles en el arranque y en el regulador de carga de batería usan este principio: un electroimán acciona un contacto que abrirá o cerrará un circuito. Hay muchísimos ejemplos más pero empleado de esta manera todo lo que logramos es un movimiento rectilíneo que presta un enorme servicio en la industria y en lo doméstico, pero las posibilidades son enormes cuando se aprovecha el mismo principio en la construcción de motores.

Domingo, junio 10th, 2012 | Author:

Cuadro de protección y mando. De hecho es origen de toda instalación eléctrica interior en vivienda y debe abarcar: 1 ICP (Interruptor de Control y Protección). Interruptor general a la vez manual y automático que preserva la instalación, cortando el paso de la corriente en caso de cortocircuito o sobrecarga (consumir mayor potencia que la admisible). 1 ID (Interruptor Diferencial, de alta sensibilidad). Interruptor automático cuya misión es la de protegerá las personas contra contactos directos e Indirectos. Varios PÍA (Pequeños Interruptores Automáticos). Fusibles automáticos que protegen individualmente cada uno de los circuitos de la vivienda y seleccionan el averiado. Eventualmente pueden ser sustituidos por fusibles normales. 1 borne de tierra, del que derivarán todas las tomas de tierra d.e la vivienda y las cuales tienen la misión de conducir a tierra las fugas que se produzcan en la instalación. El contador, destinado a medir la energía consumida, puede estar incluido o no en el Cuadro, pero no forma parte del mismo.

Apertura de huecos y rozas. Las rozas seguirán -salvo casos de imposibilidad- direcciones verticales u horizontales a las distancias de las esquinas, suelos y techos que se recomiendan en la figura 2. La profundidad de la roza deberá permitir que el tubo tenga posteriormente un recubrimiento de obra de 1 cm como mínimo.

Las cajas. Los tubos. Los mecanismos. Las cajas se colocarán de modo que queden enrasadas con el revestimiento exterior de la pared o techo. Sólo tendrán las aberturas necesarias para la llegada de los tubos. Las conexiones en el interior de las cajas se efectuarán mediante dedales, portabornes o regletas. Los tubos penetrarán un mínimo de 5 mm en el interior de las cajas y formarán una canalización continua desde éstas hasta los mecanismos. Los empalmes se realizarán de modo que el extremo del tubo anterior quede dentro del extremo del siguiente según el sentido de la corriente. Los falsos techos pueden ser un excelente recurso para pasar los tubos sin necesidad de rozas. Los mecanismos deberán quedar a una altura normalizada de 20 y 110 cm sobre el suelo. Recalquemos que la distancia a suelo o a techo es distinta para roza (50 cm) y para borde de caja de mecanismos (20 cm).

Los conductores. Son los «hilos» que conducen la energía eléctrica hasta las tomas de corriente donde se conectan los aparatos. Su instalación será preferiblemente entubada o, caso de no serlo, con conductores adecuados. Los conductores se tenderán por el interior de los tubos por sí solos o con ayuda de guías. No se instalarán los tubos con los conductores introducidos. Los empalmes no deben realizarse en el interior de los tubos, sino en las cajas, como ya se dijo. Su sección, o grosor, será adecuado a la energía que deoa transportar. También conviene poder distinguirlos mediante colores; en muchos países existe una nomenclatura en este sentido.

Los cuartos de baño. En atención a la seguridad deberán respetarse: Volumen de prohibición: En su interior no podrá haber instalación eléctrica alguna, aunque se admiten sonerías accionadas por cordones o cadenas de material aislante no higroscópico. Volumen de protección: No se Instalarán interruptores; sin embargo, podrá haber enchufes de seguridad o luminarias sin interruptores ni partes metálicas accesibles. Debería completar la instalación una Red equipotencial que una todas las partes metálicas a tierra.

El termo. Su conexión a la instalación interior de la vivienda se hará a través de un interruptor de corte bipolar, el cual servirá tanto para la conexión como para la desconexión del aparato.

Las luminarias. Para evitar un posible acci dente, las lámparas que cuelguen deltecho o paredes no deben ser suspendidas del hilo conductor, sino mediante un gancho y un soporte adecuados.

Los aparatos flotantes. Han de emplearse conductores flexibles adecuados paracada caso (calefacción, antihumedad, etc.). En todo caso, no debe haber empalmes o roza duras en tales conductores.

Miércoles, septiembre 21st, 2011 | Author:

Comprobación de la conexión
■ Una vez realizada la conexión entre el punto de salida de suministro del gas y el aparato de consumo, es imprescindible proceder a la comprobación de que se ha efectuado correctamente, verificando que no exista ninguna pérdida de gas en ningún punto de la conexión.
■ Evitar, por principio, el uso de una llama (ya sea una cerilla, un encendedor o una vela). Aunque hay profesionales que lo emplean, este sistema ha dado lugar a numerosos y graves accidentes. La manera más simple y más correcta de comprobar si hay un escape, por pequeño que sea, consiste en verter un poco de detergente para vajilla en un recipiente, añadir algo de agua y obtener una buena espuma agitando la mezcla. Aplicar luego la mezcla de manera que recubra todo el tubo de conexión, especialmente los puntos terminales del mismo en su empalmado con los dispositivos metálicos de la espita y del aparato de consumo. ■ Para proceder de manera efectiva a la comprobación, lo primero que debe hacerse es verificar que el aparato de consumo tenga el o los grifos perfectamente cerrados. A continuación se abre la espita de suministro: la terminal del conducto de gas ciudad o natural o bien la que se acciona en el accesorio que se incorpora a la bombona de gas embotellado. Ahora es cuando se tendrá que comprobar de un extremo al otro del tubo de conexión que no haya ningún punto de escape. Cubrir todas sus partes con la mezcla de jabón líquido preparado, haciéndolo de una manera sistemática y minuciosa. Dedicar especial atención a los terminales y puntos de enlace entre el tubo blando y los accesorios. Asimismo, mojar bien la zona correspondiente a la abrazadera de presión.
■ Observar el líquido a medida que se va aplicando. Si existe una fuga, por pequeña que ésta sea, quedará localizada por la producción de una serie de burbujas que se originan, se hinchan y revientan, formándose otras a continuación.
■ En las tiendas puede adquirirse un tipo de spray especialmente preparado para ser utilizado como detector de fugas. Se proyecta el líquido sobre los puntos críticos en que se teme que pueda haber un escape y, si éste existe, se observará rápidamente la aparición de pequeñas burbujas aún con mayor evidencia. En el caso de que no lo haya, es preciso secar toda la parte que se ha mojado para hacer la prueba.
■ En el caso de que se detecte una fuga se tendrá que proceder de manera distinta según corresponda al punto de conexión, o bien a alguna parte intermedia del tubo. En el primer caso habrá que verificar si el escape se debe a un mal encaje del tubo con el terminal metálico, en cuyo
caso se verá que las burbujas surgen por los bordes del tubo, o bien si se ha originado por una grieta al tensarse el tubo o al ser apretado excesivamente por la abrazadera. Tanto en el primer caso como en los otros dos, después de haber desprendido el tubo cabe la solución de cortar un trozo terminal del mismo e intentar una nueva conexión, realizando la comprobación pertinente. Pero en el caso de que el tubo de conexión no tenga la suficiente longitud, será mejor cambiarlo por otro nuevo que disponga de garantía de seguridad para el máximo de tiempo necesario.
■ Si la pérdida se halla en pleno recorrido del tubo entre las conexiones de sus extremos, es conveniente cambiar todo el tubo y no intentar nunca arreglarlo con un parche.
■ Pero también pudiera ocurrir que el escape no se produjera ni en el tubo ni en sus conexiones terminales, sino que estuviera localizado en la misma espita instalada en el extremo del conducto de suministro o bien en el accesorio dispensador que se instala en la boca de la bombona. Esto puede deberse a que el aparato, a causa de su tiempo de servicio, sea defectuoso. En este caso se tendrá que sustituir. Pero como primera precaución habrá que proceder a cerrar el grifo de paso junto al contador, si se trata de una instalación urbana, o bien sacarlo inmediatamente de la bombona si se trata de gas embotellado.
■ La sustitución de una espita de una instalación de gas en una vivienda se realiza de manera análoga a la de un grifo para el agua, recurriendo a los sistemas normales de estanqueidad y dotando a los filetes de la rosca de conexión de la correspondiente tira de teflón. Una vez hecha la reposición hay que proceder a la comprobación con agua jabonosa. Pero si se trata de un accesorio de toma de gas embotellado, se tendrá que reemplazar dicho accesorio defectuoso por otro nuevo, reclamándolo en las tiendas especializadas. Hay que tener mucho cuidado al conectar el tubo flexible con el nuevo accesorio y realizar, después de la conexión, una prueba con agua jabonosa.
■ Es conveniente que el tubo flexible de conexión con el aparato de consumo se verifique con frecuencia, especialmente si se trata de elementos que se usan a menudo como sucede, por ejemplo, con el cambio de bombonas de las estufas. Además de esta revisión periódica, convendrá realizar el cambio del tubo de conexión, tanto si se trata de gas ciudad o natural como de gas embotellado, cada tres o cuatro años, asegurándose al realizar la nueva adquisición de que en la marca de homologación esté inscrita la fecha tope de utilización que, naturalmente, tendrá que ser lo más dilatada posible.
■ Eventualmente, no está de más desmontar los tubos y, colocándolos verti-calmente, eliminar el posible polvillo que se haya depositado en su interior. Al volver a montar el tubo de conexión, realizar las comprobaciones ya descritas, con agua jabonosa.

Miércoles, septiembre 14th, 2011 | Author:

Elementos de seguridad
El corto circuito resulta realmente peligroso cuando no interviene ningún elemento de seguridad para interrumpir la alimentación y, por lo tanto, se prolonga causando incendios y otros daños.
■ La mejor manera de luchar contra los corto circuitos está en su prevención, instalando un interruptor general magnetotérmico y, eventualmente, protegiendo algunos tramos con fusibles o interruptores magnetotérmicos de sector que inmediatamente que se produce el corto circuito interrumpen la corriente sin que tenga que actuar el interruptor principal.
■ Hay que tener presente, finalmente, que el interruptor automático no protege del corto circuito pues no queda afectado por el fenómeno y que, por lo tanto, no salta. Efectivamente, el corto circuito se produce entre fase y neutro y es por ello que el interruptor diferencial no interviene ya que sólo ha sido concebido para intervenir cuando se produce una «fuga» de corriente.

Martes, septiembre 13th, 2011 | Author:

LOS PUNTOS CRÍTICOS

Los sitios en donde se producen más frecuentemente corto circuitos son: 1) el interior de los enchufes de clavijas; 2) el interior de las bases de toma de corriente; 3) los cables de alimentación próximos a los enchufes o al aparato que consume la corriente; 4) el interior de viejas cajas de empalme y de derivación; 5) las tomas de corriente al aire libre; 6) los conductores externos y, mucho más raramente, los conductores empotrados.

Viernes, septiembre 09th, 2011 | Author:

Corto circuito, en pleno tendido
Evidentemente, es uno de los percances más antipáticos que pueden ocurrir. Si el tendido es externo, el corto circuito puede haber sido ocasionado por las deformaciones de los conductores a causa de un golpe o de menoscabos.
■ En este caso el corto circuito resulta perfectamente identificable. La intervención que habrá que hacer puede ser de diferentes tipos.
■ El mejor sistema de resolverlo consiste en la eliminación total de todo el tubo superpuesto (lo cual, hay que recordarlo, no está admitido por la normativa vigente), sustituyéndolo por completo mediante un conductor aislado y situado debajo de los correspondientes protectores aptos para ser colocados sobre la pared.
■ Otras intervenciones, como por ejemplo la sustitución del tramo dañado por otro nuevo, efectuando los empalmados con los sistemas adecuados (regletas, dedales, etc.), son posibles como emergencia pero no ofrecen una buena garantía de seguridad.
■ Si el corto circuito se ha producido dentro de un tubo protector empotrado (cosa extremadamente rara), la localización puede resultar engorrosa ya que no hay signos evidentes de dónJe ha tenido lugar.
■ Pero antes de intervenir, conviene examinar las posibles causas. Entre ellas, las más probables son: un clavo hincado en la pared que haya perjudicado un conductor ocasionando, más tarde, el corto circuito, o bien un daño ocasionado al conductor en el momento de su instalación (un restregón y pérdida de aislamiento contra la obra o un fuerte roce contra piedras o elementos cortantes), y que, debido a la presencia de humedad o de condensación, acaba convirtiéndose en un contacto.
■ No hay que desdeñar la posibilidad de que el contacto haya sido provocado por una infiltración de agua de un tubo defectuoso.
■ Para una localización más rápida se puede volver a dar la corriente: normalmente el corto circuito, al fundir parte del hilo de cobre, interrumpe la continuidad; la causa de la absorción queda eliminada y el interruptor general no salta.
■ Al llegar a este punto, examinar las varias tomas de corriente y los distintos puntos de luz hasta localizar el que o los que no funcionan: ceñirse al tramo de alimentación correspondiente y sustituir los cables que estén perjudicados mediante el mismo sistema indicado para la reparación de las cajas de empalme.

Empleo del téster
Si el corto circuito continúa existiendo y no se puede proporcionar corriente a la instalación, se tendrá que proceder con un téster (comprobador) examinando en los extremos de cada toma si hay o no contacto. Esta operación se lleva a cabo utilizando el téster como medida de resistencia e insertando los dos terminales en los alvéolos, después de haber desconectado los conductores de la caja de empalmes.
■ Si la saeta del instrumento no se mueve, ello significa que no hay contacto entre los dos conductores y que, por lo tanto, todo está correcto; si, en cambio, la saeta oscila, el corto circuito se halla en el tramo de cable que va de la caja de empalmes a la toma.
■ Del mismo modo se indagará en los otros puntos de la línea, siempre desconectando de la caja de empalmes de la que parten.
■ Una vez localizado el sitio en que se ha producido el corto circuito, se reemplazan los cables dañados.