Sustituir una baldosa rota
Sin levantar el resto del suelo

Cuando una baldosa del suelo está estropeada, es posible cambiarla de manera que pase totalmente inadvertida.

Tanto en el revestimiento de suelos como para alicatar paredes, los materiales cerámicos ofrecen numerosas ventajas: son decorativos, fáciles de mantener, resistentes al fuego, no tóxicos e inalterables frente al agua, aceite y grasas.
• A todo esto hay que añadir que ofrecen una buena resistencia a los golpes… claro que hasta un cierto límite. La caída de un objeto pesado puede agrietar una baldosa o azulejo.

Una operación minuciosa
Cuando se produce un impacto, las grietas ocasionadas por la fractura se ennegrecen muy rápidamente. Lo mejor es cambiar la baldosa cuanto antes si disponemos de alguna que nos baya sobrado de la instalación original.
• La técnica es muy simple y vale tanto para los revestimientos de suelo como para los de pared. El primer paso es retirar bien cualquier resto de los diferentes fragmentos. Esta etapa no supone ninguna dificultad; en cualquier caso, lo que sí exige es una gran minuciosidad y mucha paciencia. Habrá que tener cuidado en no estropear los baldosines vecinos, unidos a los elementos dañados por la pasta para juntas y el cemento-cola.

Reponer la pieza
• El arreglo será completamente invisible si dispones de una pieza idéntica a la que vas a cambiar. Al terminar una obra, es recomendable guardar una o dos cajas de baldosas, en previsión a un incidente. Si no es tu caso, intenta conseguirla a través del proveedor o en el centro de bricolaje.
• Con todo, debes saber que es bastante difícil encontrar exactamente los mismos matices de tinte en las cajas almacenadas de baldosas nuevas… a no ser que tengan el mismo baño y la misma cocción (para la cerámica) o la misma veta (para los calcáreos o el mármol).

Necesitarás
• Taladro percutor con broca para
hormigón de 8-10 mm de1 diámetro, multiherramienta accesorio amolador (opcional), martillo, buril pequeño y bien afilado, un viejo formón paramadera, mazo de madera o caucho taco mártir, espátula dentada, agarador de goma, esponja para aclarar, baldosa y cemento-cola del mismo color que la junta original.

Como cualquier otro material o técnica, la colocación de baldosas requiere productos específicos. En principio, el pavimento original debe estar perfectamente nivelado; si no es así, extiende un mortero autoniveiante y déjalo que fragüe. Las baldosas se colocan después -pegándolas con cemento-cola. Este producto se presenta en dos formatos: en polvo, para mezclar con agua, o al uso, en tubos de plástico. Extiéndelo con espátula o llana dentada.