Si por descuido o abandono temporario el césped creció mucho, convendrá llevarlo al tamaño deseado en varias cortes. Hacerlo de una sola vez es debilitarlo mucho ya que al sacarle hoja se le quita clorofila, alimento. Nunca cortar más de un tercio de su altura por vez. En caso de necesidad repetir la operación cada dos o tres días y una vez regularizado, mantener una disciplina acorde con lo expresado antes: No cortar nunca más de la tercera parte por vez.
La altura del césped estará marcada por las variedades contenidas en la mezcla de semillas y también por el clima y la densidad y el vigor del crecimiento. Otro factor a tener en cuenta es el destino que se le dará al predio, ya sea descanso, juego, deporte, etc.

En lo posible, no pise el césped hasta después de realizado el primer corte. Tampoco es conveniente someterlo a maltrato por lo menos hasta que se haya asentado.

La época ideal es la primavera y también el otoño. Los calores y fríos rigurosos no son aconsejables para la germinación. Esto no significa que sea imposible, pero el riesgo de obtener resultados dudosos es mayor en invierno y verano.
Si el terreno está bien preparado se procede a sembrar al boleo, tratando de distribuir las semillas con una densidad pareja. Se trabajará en áreas no muy grandes y se avanzará de a poco, cuidando no tener que volver hacia atrás. Cuanto más uniforme sea el vertido, los resultados serán mejores a la hora de la germinación.