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Domingo, julio 08th, 2012 | Author:

Remedios contra la humedad.
Los defectos en la carpintería de obra y la presencia de sales higroscópicas en la fábrica de ladrillos son dos causas de la entrada de humedad que no suelen llamar la atención. Si se interviene a tiempo, se pueden contrarrestar sin grandes dificultades estos inconvenientes.
A veces resulta difícil contrarrestar la penetración de la humedad y diagnosticar exactamente la causa de dicha penetración. Por otra parte, una vez aplicados todos los remedios oportunos, es necesario esperar durante un considerable período de tiempo antes de verificar si han resultado eficaces.
Las causas más evidentes (defectos de obra, canalizaciones mal efectuadas, bandas hidrófugas mal asentadas, etc.) ya han sido expuestas anteriormente en las páginas, en donde se citan igualmente las barreras internas que se pueden instalar para impedir el retorno de la humedad.
Cobertizos y piezas anexas.
En los cobertizos colocados junto a las paredes de la casa suele hallarse frecuentemente el origen de entradas de humedad. El problema suele presentarse debido a los detritos acumulados entre el muro y el tejado, por lo que conviene eliminar este inconveniente tan pronto como sea posible. Otra fuente de problemas procede de un rejuntado insuficiente, por no decir inexistente, entre el muro exterior y el tejado del cobertizo. Aunque éste disponga de un tejado con mucha pendiente, la lluvia no dejará de penetrar e infiltrarse por el muro hacia adentro. Pero hay que tener en cuenta que los síntomas que suelen aparecer en las paredes interiores pueden conducir a error. Los restos de humedad no sólo pueden manifestarse bastante lejos de la fuente sino que a veces presentan la forma de pequeñas manchas en lugar de una gran zona húmeda.
A menos que se decida llevar a cabo una operación de envergadura consistente en revocar el muro, la mejor solución consiste en recubrir las juntas con una banda adhesiva especial de tela o de algodón bituminado. Estos materiales se fabrican en forma de rollos de diferente anchura y están constituidos por capas sucesivas de aluminio, betún y adhesivo que les confieren una gran suavidad y les permiten revestir y adaptarse a superficies desiguales así como a ángulos y zonas planas.
A menos que el emplazamiento de la junta sea continuo y uniforme, se empieza recubriendo las superficies de contacto con el material especial que suele acompañar a la banda adhesiva. Si la superficie en cuestión forma parte de una obra antigua, lo primero que habrá que hacer será arrancar el revocado viejo y rehacer las juntas con un mortero nuevo (proporciones: 1 parte de cemento por 3 de arena). Se procurará rellenar bien para no agravar el problema.
Cuando el aparejo haya secado, se desencola de su soporte la longitud de banda que se necesite y, tras haberla presentado, se aplica firmemente sobre ambas caras de contacto. Después, y para asegurar una estanqueidad perfecta, bastará hacer presión sobre los bordes de la banda con un rodillo de madera o con el mango de una escoba.
La manera más sencilla de disponer la banda es en forma de «L», situando el pliegue a lo largo de la junta. Pero se logra un mejor resultado empleando largos sucesivos (v. pág. 10), de modo que la banda superior cabalgue sobre la inferior. Una banda adhesiva de esta naturaleza halla muchas otras aplicaciones, puesto que sirve para resolver, al menos provisionalmente, muchos otros problemas de humedad. Por ejemplo: es fácil colocar un trozo de banda para taponar un agujero producido por la corrosión en un bajante de aguas si previamente se han eliminado los restos de herrumbre con un cepillo metálico o con un pasiva-dor. De la misma manera, si se produce una fuga en uno de los elementos de un canalón del tejado, una banda adhesiva proporcionará mejor resultado que la tradicional solución a base de masilla de estanqueidad.
Por otra parte, la masilla es insustituible cuando el tejado de un cobertizo empieza a desprenderse de los bordes. Si se producen pequeñas fisuras bastará rellenarlas con una espátula, pero si se trata de grietas grandes, se tendrá que rellenar un espacio vacío mayor y reforzar luego todo el conjunto con una banda de papel bituminado, de tela o de hoja de aluminio.
Después de haber eliminado todo resto de polvo o de herrumbre, se extiende una capa delgada de masilla de modo que rebase unos 50 mm como mínimo por ambos bordes. A continuación se recorta la banda de refuerzo de manera que cubra 38 mm como mínimo cada lado de la grieta que se desea taponar. Una vez colocada la banda, se da una nueva capa de masilla de unos 2 mm de grosor y se iguala la superficie. Conviene tener en cuenta que la masilla y la banda adhesiva son unos medios auxiliares, no definitivos, para remediar un defecto estructural.

Viernes, diciembre 10th, 2010 | Author:

Los ladrillos nuevos, las tejas y los ladrillitos decorativos son materiales de alta absorción y al paso del tiempo, en zonas muy lluviosas sobre todo, permanecerán húmedos porque han sido penetrados por el agua. Para evitar este inconveniente la firma TERSUAVE. tradicional fabricante de pinturas, ha presentado un producto protector del ladrillo:Tersidryl. Tersidryl es un hidro-repelente de base acuosa que actúa como una barrera invisible contra el agua y humedad. Viene presentado en dos versiones: mate y semimate. Este último forma una película con tenue brillo. El uso está recomendado por el fabricante para interiores o exteriores, pudiendo ser aplicado sobre ladrillos, tejas, cerámicos o manipostería en general. La aplicación se efectúa a pincel o brocha pudiendo diluirse el producto según sea la porosidad y absorción de la pared a tratar. El tiempo de secado total se produce alrededor de las 24 hs. de pintado., de ahí que deba tenerse presente que si hay proximidad de lluvia no es conveniente aplicarlo.