CHIMENEAS:
Ya los días cálidos y largos se han quedado atrás y nuestra revista piensa en recordaros la importancia de crear un clima confortable e íntimo dentro del hogar. Es por tanto el momento de empezar a pensar en <<ía chimenea», no sólo como un evidente remedio frente al frío, sino también como centro de reunión que aglutina a las personas que hasta ahora celebraban sus reuniones en terrazas, porches, cobertizos o jardines con vistas sobre el campo o el mar.
Vamos a dejar a un lado los temas que ya se han tratado en otras ocasiones, como son las chimeneas tradicionales en lo que respecta a su historia y estilos (Casa Viva N.° 42 pág. 44, Chimeneas: «En busca del fuego»), así como su mantenimiento (Casa Viva № 73 pág. 82, Chimeneas: «Puesta a punto») y abordemos esta vez la chimenea ofreciendo «Cuestiones Prácticas» para poner en marcha la chimenea existente y sobre todo informando sobre la existencia de todas las nuevas fórmulas de recuperación de calor,- tanto desde el punto de vista de reconvertir la chimenea tradicional, dotándola de las múltiples ventajas que ofrecen las técnicas actuales, como de las alternativas que nos presenta el mercado en lo que respecta a las nuevas chimeneas con recuperación de calor.
De todas formas, no está de más que antes de entrar de pleno en el tema hagamos un breve repaso de lo que es procedente realizar antes de poner en funcionamiento una chimenea que ha estado temporalmente fuera de uso: Id primero es limpiar la chimenea de hollín. Para ello, antes existían los deshollinadores, pero ahora nos las tendremos que componer sin ellos. Lo idóneo es que la persona encargada de la limpieza, limpie el conducto de humos con una escoba hasta donde alcance. Si se trata de una vivienda unifamiliar, se podrá hacer desde la cu-
bierta y también desde la boca de la chimenea. En caso de que se trate de un bloque de viviendas, solamente se podrá proceder a la segunda parte de la operación. Ahora hay que comprobar el tiro, para lo cual se enciende un papel y se acerca a la boca del tiro. Muchas veces para que se produzca el tiraje hay que hacerlo varias veces, hasta que el conducto esté caliente. Si el humo es succionado, se puede proceder tranquilamente al encendido y se termina de limpiar el hollín con una pastilla explosiva de las que venden comúnmente en droguerías. Si el tiraje no está asegurado no debemos intentar resolverlo nosotros. Lo que hay que hacer es recurrir a una empresa especializada, o a un montador de chimeneas.
Dicho esto, vamos a ver qué ventajas nos aportan las nuevas chimeneas de recuperación de calor. Cuando hablamos de recuperación de calor, nos referimos a las que están diseñadas de tal manera que permiten que el calor que se produce a! encender el carbón o la leña se aproveche al máximo para calentar aire y caldear todo el ámbito en el que está ubicada o incluso otros. Esto se consigue gracias a que se establecen conductos que llevan este aire caliente a las dependencias que convenga. Generalmente este aire que se calienta es recolado artificialmente mediante una bomba de aspiración e impulsión de aire.
Para conseguirlo hay múltiples sistemas. Unos prefabricados y patentados que se colocan adaptándolos al ámbito de la chimenea y otros que se hacen de obra, conjuntamente con la chimenea. Otra solución es comprar una chimenea de marca e instalarla directamente en casa, acoplándole los conductos de aire a nuestra conveniencia.
Estos sistemas están hoy a la venta en una gran variedad de diseños que se adaptan a distintos estilos decorativos. Algunos de ellos están cerrados con cristales especiales que soportan las altas temperaturas, con el fin de evitar el humo, los riesgos de incendio y obtener un mejor control sobre la combustión, que se hace más lenta y pierde menos energía. De este modo se consigue el máximo rendimiento de aprovechamiento de energía calorífica de la combustión. Hay chimeneas de recuperación de calor que en vez o además de calentar aire, disponen de un sistema que les permite calentar agua para el uso sanitario de la casa. Habitualmente estos sistemas utilizan un circuito cerrado de agua o aceite instalado en torno al ámbito de combustión, que mediante un serpentín calienta el agua sanitaria en un depósito intercambiador de calor. Para que funcionen debidamente, todos estos sistemas de aire, agua o aceite calientes vienen apoyados poruña bomba de recirculación, nor-
malmente eléctrica, integrada en el sistema.
Los modelos más sofisticados están provistos de un termostato que regula la combustión de forma que podamos mantener el ambiente a la temperatura deseada. Eso significa que hay un termostato regulable a la temperatura óptima, que envía señales a una trampilla mecánica a fin de que esta deje pasar más o menos aire y el calor se mantenga equilibrado. Esto sólo se puede aplicar en chimeneas cerradas.
También es posible sacar mayor aprovechamiento de la energía de la combustión de las chimeneas tradicionales ya que existen aparatos de aprovechamiento de energía que se sitúan en el suelo de la chimenea de forma que sirven coo base para el fuego. Estos aparatos están dotados de un motor eléctrico que toma aire del ambiente, lo calienta y lo vuelve a inyectar en la habitación. También existen hogares previstos para equipar la chimenea existente acoplables a las dimensiones que ésta tenga.
Para finalizar, es importante saber que todas estas chimeneas, en lo que respecta a su encendido, funcionan exactamente igual que las convencionales y que si se ha hecho un buen estudio previo, el calor que desprenden ha de ser suficiente para calentar, en circunstancias habituales, el ámbito previsto.
Miércoles, agosto 07th, 2013 | Author: admin
Categoría: Chimeneas rusticas
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