Jueves, septiembre 26th, 2013 | Author:

Desplazamiento de una lámpara

Desplazamiento de una lámpara:
Desplazamiento de una lámpara existente.
• Añadido de una segunda lámpara en paralelo con la primera.

Material necesario (según el caso): una caja de derivación, tubo flexible de color amarillo de 13 mm de diámetro como mínimo, cable multifilar de dos o tres conductores, regletas de empalme y bridas de fijación.
Si, como consecuencia de la renovación de una sala —o por cualquier otro motivo— se desea desplazar o añadir una lámpara que esté conectada al mismo interruptor, existen tres maneras de hacerlo:
• Si el techo dispone de un falso techo el desplazamiento o incorporación no podrá realizarse, salvo si se trabaja en el sentido de las vigas o bovedillas. Puede ocurrir que el falso techo esté más bajo que las vigas y entonces no existirá ningún problema. De todos modos siempre cabe el recurso de realizar una instalación vista.
• En el caso de tener un techo de yeso como revestimiento de un solado de hormigón se podrá realizar una instalación empotrada o vista. Cualquiera que sea la solución adoptada lo primero que hay que hacer antes de empezar es cortar la corriente del circuito que alimenta la lámpara o en su defecto cortar la corriente general de entrada. La lámpara existente se desempalmará y se desmontará.
En el falso techo:
Si no se puede comprobar el sentido de las vigas en un falso techo enrasado con la parte baja de las mismas se practica un agujero cerca de la lámpara e, introduciendo un trozo de alambre de 2 a 3 mm de grosor, convenientemente curvado, se intentará profundizar en diferentes direcciones. La resistencia que se encuentre al chocar contra las viguetas (espaciados de 30 a 60 cm) permitirá identificar la dirección de las mismas.
Una vez establecida dicha dirección se tendrá que hacer un nuevo agujero en el emplazamiento elegido. El agujero debe permitir pasar la mano dentro. En el antiguo lugar de la lámpara se realiza un segundo agujero algo mayor que el diámetro del tubo flexible de color amarillo para canalización, que se habrá cortado con una medida ligeramente mayor que la distancia existente entre ambos agujeros. Este tubo se introduce en el agujero pequeño y se procura pescarlo desde el otro pasando la mano a través del techo. El tubo debe sobresalir por ambos extremos. Después se taponan los agujeros con escayola o con un material adecuado y cuando haya endurecido se cortan los extremos del tubo enrasados con la superficie del techo. Seguidamente se pasa el cable multifilar por el tubo (con dos o tres conductores, según la instalación); después se coloca la caja de derivación en el antiguo emplazamiento. Esta caja debe recubrir los orificios del antiguo y del nuevo tubo. A continuación se empalman los conductores, procurando que concuer-den (fase con fase, neutro con neutro y tierra con tierra).
La última operación consiste en fijar un gancho para suspender la lámpara en su nuevo emplazamiento y empalmar los conductores que deben alimentarla mediante el empleo de una regleta. Si existe hilo de tierra debe entrar en contacto con la carcasa metálica de la lámpara. Se comprueba, por última vez, la instalación y se vuelve a conectar la corriente; antes de proceder se acciona el interruptor para ver si todo funciona.
Instalación empotrada:
El proceso es prácticamente el mismo. La única diferencia consiste en que el tubo de canalización, en lugar de pasar entre el falso techo y la parte inferior de las viguetas, se aloja en una roza practicada en el techo o falso techo.
Para realizar esta roza se marca el techo con un par de trazos de lápiz; la anchura y profundidad será algo superior al diámetro del tubo. Esta roza puede realizarse manualmente con un cincel o bien mecánicamente con un disco acoplado a la máquina universal. Se marcará también el emplazamiento de la caja de derivación.
Se continúa la operación hasta conseguir la profundidad necesaria para alojar el tubo y la caja de derivación, aumentando de 10 a 15 mm las dimensiones para poder operar libremente cuando se realice el recibido con yeso.
Se amasa una pequeña cantidad de escayola muy espesa, se moja la roza y se rellena el fondo del hueco para la caja de derivación. Se aprieta ésta contra la escayola hasta que sus bordes queden enrasados con la superficie donde se empotra. Se espera a que el yeso fragüe y luego se empotra de manera similar el tubo. Para facilitar el trabajo se sujeta el tubo en varios puntos mediante ganchos o bridas. Se recubren con escayola algunos puntos y cuando éstos hayan fraguado se acaba de rellenar toda la roza con el tubo dentro, procurando retirar antes los clavos o bridas. Se alisa el yeso para que quede enrasado con la superficie. Después de haber dejado secar el yeso sólo faltará lijar y repintar.
Instalación vista:
La instalación vista resulta mucho más sencilla que la instalación dentro de un falso techo o bien empotrada. Primero se coloca la caja de derivación en el antiguo emplazamiento de la lámpara, después de haber cortado la longitud necesaria de cable multifilar y haberlo desnudado en sus extremos. El cable se fija con bridas o grapas (según la clase de techo) espaciadas 30 cm entre sí.
A continuación se procede prácticamente igual que para una instalación dentro de un falso techo: empalme de los conductores según sus características en la caja de derivación, cuyo lateral se entallará para permitir el paso del cable. Luego desnudado en el otro extremo contando con un trozo de más para futuras manipulaciones. Este trozo excedente quedará a cubierto en el interior de la cazoleta para disimular las conexiones de la lámpara. En algunos casos se tendrá que realizar una entalladura o agujero en dicha cazoleta para dar paso al cable. Y, finalmente, empalme de los extremos del cable con la lámpara mediante regletas.
Añadido de otra lámpara:
La técnica es igual que para el desplazamiento de una lámpara, pero no será necesario emplear una caja de derivación, ya que los cables de la lámpara que se añade se empalman con los de alimentación de la primera.

Lunes, septiembre 23rd, 2013 | Author:

Nociones de conductores

Nociones de conductores:

En todo proyecto de instalación eléctrica, tanto si se trata de una instalación nueva como de una modificación en una instalación existente, se deben seguir las normas vigentes.
Canalizaciones, conductores y cordones
Una canalización está constituida por un tubo de protección y los conductores que lleva en su interior. Una instalación eléctrica se compone de canalizaciones visibles o empotradas en los muros o techos de la casa. Estos vienen complementados por los conductores flexibles que establecen las conexiones con los aparatos de consumo y las lámparas de techo. Los tubos son, pues, la protección aislante de los conductores que llevan la corriente eléctrica del cuadro de entrada a la toma de corriente y a los aparatos de alumbrado. El cordón flexible es, pues, la última conexión entre una toma de corriente y un aparato, o entre la toma de techo y el portalámparas de una luminaria.
Diferentes tipos de conductores
Se distinguen esencialmente dos tipos de conductores:
1. Los conductores monofílares o hilos. Sirven para llevar la corriente al cuadro de distribución, en donde penetran en tubos vistos o empotrados (canalizaciones). Están constituidos por un alma de cobre y su aislante. La figura A muestra los conductores monofílares más empleados (a, b, c).
En la práctica se emplean estos hilos en secciones que pueden variar desde 1 mm2 hasta 6 mm para un hilo de alma rígida y maciza (a) y con secciones superiores para hilos de alma rígida pero cableada (b). El tercero (c) es el que se emplea para la conexión de lámparas y de aparatos móviles. Los conductores monofílares son de varios colores, lo que resulta indispensable para diferenciar las fases (todos los colores, salvo el azul, claro, amarillo, amarillo-verde y rojo) el neutro (azul claro o amarillo) y el tierra (amarillo-verde o bicolor).
2. Los   conductores   multifílares.
Pueden utilizarse en lugares húmedos y
al aire libre, directamente sobre pared o bajo tubo. Está prohibido enterrarlos o empotrarlos si no están protegidos contra choques y otras degradaciones.
Las secciones son las utilizadas en función del fusible que protege el circuito (como se explicó anteriormente).
Los conductores multifilares se distinguen con los mismos colores que los monofilares y hay que observar las mismas prescripciones.
El cable actual comporta una funda aislante que resiste bien la humedad y la gran mayoría de productos químicos. Antiguamente se utilizaba como aislante el caucho, que se degrada a la larga. Es preferible renovar las instalaciones equipadas con este tipo de conductor.
Para realizar una instalación eléctrica correcta será necesario:
• Colocar un tubo visto o empotrado que una los puntos a alimentar.
• Disponer de todo un equipo de accesorios (cajas de derivación, interruptores, bases de enchufe, clavijas, etc.) para ser colocados en lugares oportunos;
• Hacer pasar varios conductores uni-filares o multifilares por las canalizaciones. La cantidad de hilos dependerá de la instalación;
• Llevar a cabo los empalmes.
Los tubos:
La denominación de los tubos se establece en función de sus propiedades:
— Tubo aislante rígido
— Tubo aislante flexible
— Tubo metálico rígido
— Tubo metálico flexible.
Existen dos clases de tubo aislante flexible: de color naranja (que propaga la llama) y de color gris, negro o azul (au-toextinguible).
Las condiciones de empleo de los tubos son muy estrictas. Por otra parte, varían según si la instalación es vista o empotrada.
Montaje visto. El tubo aislante rígido y el tubo aislante flexible de color gris, negro o azul, se pueden utilizar en instalaciones donde no haya riesgo de golpes o aplastamientos. En todos los demás casos es preciso utilizar tubo metálico rígido. El tubo metálico flexible se podrá emplear cuando el aparato a empalmar no esté fijado sólidamente a una pared con una canalización fija (cosa poco corriente en una casa particular).
Montaje empotrado. Se pueden emplear los tubos siguientes:
— Tubo aislante flexible de color naranja, gris o amarillo;
—Tubo metálico rígido para canalizaciones hechas en suelos, falsos techos, bovedillas, etc. Pueden estar prohibidos en ciertos lugares (por ejemplo, en cuartos de baño).
Los cordones:
En las conexiones flexibles o cordones los conductores unifilares están constituidos por una serie de hilos delgados o filásticas que resisten a las torsiones y a los arrollados reiterados.
En un cordón de tres conductores el código de colores es el siguiente: negro, pardo, etc. para la fase, azul para el neutro y amarillo-verde para la tierra.
El cordón de dos conductores se reserva para los aparatos que tienen doble aislamiento (o no son metálicos) y que no necesitan toma de tierra. En este caso el cordón no lleva ningún color codificado. En el caso de una lámpara de mesa, por ejemplo, los conductores están formados por dos filásticas convenientemente aisladas entre sí pero unidas por el mismo aislante que las envuelve, que puede ser de muchos colores: blanco, negro, beige, marrón, etc. Pero hay que saber que el uso de un cordón de esta clase no es muy recomendable, siendo preferible usar un cable flexible con doble aislamiento.
Circuitos de iluminación:
Los circuitos de iluminación comportan frecuentemente cajas de derivación (fig. B). En este montaje el conductor va del cuadro de distribución a las cajas de derivación instaladas en las paredes cerca del techo. Conductores independientes unen las cajas de derivación a las tomas de techo y a los interruptores. No se debe añadir una lámpara a un circuito de derivación sin consultar a un instalador.
En otro montaje (fig. C) se ha empleado una línea continua que se inicia en el cuadro de distribución y alimenta los puntos de luz uno tras otro. Los interruptores están conectados directamente a las tomas de techo. El encendido de una lámpara por un mismo interruptor (o en el mismo circuito) puede añadirse en este montaje a condición de empalmar un cable que parta de la toma de techo. Precisemos, no obstante, que no es posible rebasar una cierta cantidad de puntos de luz por circuito (de 10 a 12 aproximadamente).

Sábado, septiembre 21st, 2013 | Author:

 Division de los dormitorios en la casa

El distribuidor del primer piso se superpone al de la planta principal, con el que se comunica visualmente. Este punto de encuentro, localizado en el centro de la casa, divide en dos partes iguales la zona de dormitorios: las habitaciones de los niños dan sobre la fachada norte y la principal se abre a la fachada sur.

Lunes, septiembre 16th, 2013 | Author:

Restauraciones interiores

Restauraciones interiores:
Una humedad abundante, tanto si es infiltrada como ascendente, puede causar daños en los escayolados (mohos, disgregaciones, etc.), en los empapelados y en las pinturas. Estos daños sólo se podrán enmendar suprimiendo la causa que los originó, después que la parte restaurada se haya secado del todo.
Se arranca el escayolado o revoque afectado hasta una altura de 1,50 m por encima de la banda hidrófuga o, en la medida de lo posible, hasta 50 cm por encima de las partes afectadas de manera manifiesta. Después se raspa el mortero de la fábrica, profundizando por lo menos 1,3 cm en las juntas.
Antes de volver a revocar (3/4 de arena por 1/4 de cemento portland) se cepilla y se deja secar la obra para conseguir una buena adherencia con el tratamiento superficial.

Miércoles, septiembre 11th, 2013 | Author:

Consejos para la humedad por infiltracion

Remedios contra la humedad por infiltración:
Si se ha comprobado que la humedad que se infiltra en la casa no es debida a ninguna de las causas citadas anteriormente es posible que proceda de los muros. En este caso existen varios sistemas para impermeabilizar muros y paredes exteriores.
El recubrimiento exterior con pizarra o tejas, las pinturas y los tratamientos superficiales son métodos que tienen el inconveniente de modificar radicalmente el aspecto exterior de una vivienda.
Una solución que no deja de ser eficaz, siendo menos radical, consiste en vaporizar sobre la fachada un producto impermeabilizante. Es un líquido que se proyecta con un vaporizador sencillo como el empleado para insecticidas.
Antes de empezar la operación es necesario que las paredes hayan quedado limpias y secas, que el mortero de las juntas vistas ofrezca continuidad y haber obturado las grietas existentes. El mortero reciente debe dejarse secar por lo menos durante seis semanas antes de recibir el producto.
El líquido impermeabilizante se proyecta sobre todas las superficies; es aconsejable proteger las puertas y ventanas. Los materiales bituminosos utilizados para los tejados y azoteas y las capas hidrófugas podrían reaccionar con el líquido impermeabilizante, produciendo regueros en la obra.

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Domingo, septiembre 08th, 2013 | Author:

La humedad por filtración

La humedad por filtración:
El origen de esta humedad se localiza más bien en la parte alta de la casa. Generalmente, antes de producirse la humedad propiamente dicha, se habrán detectado infiltraciones de agua por defectos en el tejado o azotea, canalones de desagüe o bajantes del mismo. Estos daños deben restaurarse lo más pronto posible, al igual que los producidos en la obra, en el escayolado, etc.
Una proliferación de plantas trepadoras, de musgo o de liquen puede favorecer la penetración de la humedad. La pared afectada debe ser raspada y tratada a continuación con un fungicida.
Las uniones defectuosas y los revocos con grietas son otra causa de infiltración de agua. Antes de emprender el trabajo contra la’humedad se comprobará el estado exterior de las paredes y de las juntas entre ladrillos.
Si en el curso de los trabajos de construcción no se ha tomado la precaución de limpiar los intersticios de una pared doble, la humedad puede remontar la capa hidrófuga e invadir la pared interior.

Jueves, septiembre 05th, 2013 | Author:

Humedad

Humedad: Puntos sensibles

1. Una grieta o una fisura en un conducto de humos puede ocasionar infiltraciones de agua de lluvia.
2. La unión de la chimenea con el tejado es otro punto sensible. Se debe comprobar periódicamente.
3. Un agujero en el recubrimiento asfáltico de una azotea da paso al agua contribuyendo de esta manera a deteriorar la carpintería.
4. Si alguna teja o pizarra se desplaza o cae, el techo situado debajo se impregna rápidamente.
5. Los canalones de desagüe rotos, oxidados o desunidos son una de las causas más frecuentes de infiltración de humedad en la parte superior de las paredes interiores.
6. Si no se arregla un revoque desportillado, la humedad se infiltrará por la parte al desnudo de la fábrica e invadirá los muros.
7. Se debe comprobar el estado de los marcos de las ventanas. Si están desprendidos o presentan rendijas, el agua puede infiltrarse.
8. Un bajante con empalmes defectuosos o deteriorado hace que el agua se desborde fuera, ocasionando una rápida degradación.
9. Un montón de tablas, ladrillos u otro material adosado contra el muro exterior permite que la humedad suba por capilaridad por encima de la banda hidrófuga.
10. La lluvia puede perjudicar las juntas de mortero de la obra de fábrica e infiltrarse hacia el interior.
11. Un bajante de agua obstruido dará lugar a un desbordamiento, humedeciendo la parte de muro adyacente.
12. Es necesario asegurarse de que los márgenes del jardín que rodean la casa no estén por debajo del nivel de la banda hidrófuga, lo que daría paso a la humedad.

Lunes, septiembre 02nd, 2013 | Author:

Los diferentes métodos hidrófugos

Los diferentes métodos hidrófugos:
La colocación de una capa hidrófuga es una operación difícil que requiere generalmente los servicios de un profesional. El saneamiento debe considerarse como una mejora indispensable en una casa que carezca de capa hidrófuga o en la que ésta se haya deteriorado completamente. Hay varios métodos, pero solamente uno de ellos está al alcance del bricolador.
Inyección de siliconas. Este método suelen usarlo tanto los bricoladores como los profesionales, ya que no se necesita romper la obra y puede aplicarse desde el interior o desde el exterior.
La primera operación consiste en perforar los muros a unos 15 cm del suelo, dejando entre cada agujero un intervalo de 22 cm. A continuación se inyectan las siliconas por los orificios y se deja que impregnen la obra.
Los profesionales utilizan un equipo perfeccionado que permite inyectar el producto a presión. El bricolador tiene que conformarse con insuflar el contenido de unos frascos recargables en los orificios para constituir una capa impermeable continua.
Electroósmosis. Este método de saneamiento solamente puede ser aplicado por un profesional y se emplea cuando es imposible atacar la obra. Se hacen penetrar unas varillas de cobre en el suelo unidas a una banda del mismo metal inserido en la pared. Si están bien colocadas las varillas y la banda, crean entre el suelo y la pared una zona de débil resistencia, por encima de la cual no sube la humedad. La electricidad producida se pierde en el suelo.
Obras de albañilería. El arranque de materiales de obra para colocar una capa hidrófuga es una operación larga y delicada que incluso los mismos industriales dudan antes de emprenderla. De todos modos es solamente una solución apta para aquellas casas cuyas paredes están en buen estado. Si el mismo edificio no tiene muy buenas condiciones de estabilidad, las obras para colocar la capa hidrófuga pueden causar graves desequilibrios.
Se va arrancando parte de la obra por secciones alternas de 90 cm de longitud con ayuda de una sierra de albañil y una muela o un disco para hacer surcos. Hay que ir insertando cuñas de madera para evitar que la fábrica pueda desmoronarse. A continuación se coloca la capa hidrófuga elegida y se sella con mortero, volviendo a colocar los ladrillos o piedras artificiales arrancados.
Después se completan las secciones intercaladas de manera que se logre una continuidad de la capa hidrófuga en toda la pared.
Tradicionalmente se empleaban hojas de pizarra. Los trozos de pizarra de unos 23 cm de largo como mínimo se recibían con mortero superponiéndolos entre sí de manera que formasen una especie de junta de estanqueidad.
Actualmente se utilizan otros materiales servidos en carrete o en banda, como pueden ser el fieltro bituminoso con alma de plomo, el revestimiento de fieltro asfáltico fibroso, las hojas de cobre, de plomo o de cinc y los materiales sintéticos bituminosos. Se colocan directamente sobre la fábrica y luego se reciben con mortero (bastardo en caso de usar hojas de plomo).
Las tiras pueden quedar empalmadas, o superpuestas (en una longitud de 20 cm) o bien unirse entre sí formando pliegues retornados.
No hay que extrañarse si la colocación de una banda hidrófuga no soluciona de inmediato los problemas de la humedad ascendente. La fábrica debe secar durante varios meses antes de poder emprender el trabajo de decoración o las reparaciones en el interior.

Jueves, agosto 29th, 2013 | Author:

Combatir la humedad ascendente

La humedad ascendente:
La humedad ascendente suele ser debida a la ausencia o al deterioro de la capa hidrófuga. Se trata de una película de una sustancia impermeable que se coloca a un mínimo de 15 cm del suelo en todas las paredes exteriores, haciéndola penetrar en la obra.
En su ausencia o en caso de deterioro la humedad asciende desde el suelo por capilaridad entre la fábrica porosa. De manera similar penetra la humedad en una base de hormigón no estanca y llega hasta los muros que descansan en ella. En este caso se tendría que cubrir toda la superficie de hormigón con una capa impermeable que. situada debajo del tratamiento superficial, iría a unirse sin discontinuidad con la capa hidrófuga de las paredes (fig. B). Los depósitos de gravi-11a situados alrededor de la casa son en muchas ocasiones la causa de una humedad ascendente, ya que constituyen un puente que pasa por encima de la capa hidrófuga.
Si el problema se descubre a tiempo podrá resolverse eliminando la gravilla. Pero si la humedad ha tenido tiempo decalar quizás no habrá otro remedio que sacar algunos ladrillos y mortero así como los escayolados interiores.
El mismo fenómeno puede producirse cuando el espacio existente entre una doble pared ha quedado obstruido por un exceso de mortero. Estos depósitos pueden ir acumulándose hasta el punto de rebasar el nivel de la capa hidrófuga. En este caso hay que retirar algunos elementos del muro deteriorado para sacar estas depositaciones pero procurando no dañar la capa hidrófuga. Es aconsejable sustituir los ladrillos o elementos similares sellándolos con un mortero a base de 1/4 de cemento y 3/4 de arena.
Si el revoque externo llega hasta el suelo y se agrieta o se desmorona con el tiempo, la capa hidrófuga ya no resulta eficaz. Se tiene que quitar el revoque perjudicado por lo menos hasta la hilada de ladrillos que remonta la capa hidrófuga.
En las casas antiguas con el suelo elevado la obstrucción de los ladrillos huecos o perforados puede ser causa de una humedad ascendente. Para que el aire cargado de humedad no quede encerrado debajo del suelo es preciso que la grava no dé lugar a obstrucciones.
Una pared medianera desprovista de capa hidrófuga o en la que ésta se ha situado a un nivel demasiado elevado dejará pasar la humedad hacia el interior remontando la protección existente. Se puede poner remedio aplicando una capa de protección vertical entre los dos niveles diferentes

Lunes, agosto 26th, 2013 | Author:

Lucha contra la condensación

Lucha contra la condensación:
La condensación se produce generalmente cuando el aislamiento y la ventilación son defectuosos.
El aire contiene siempre una cierta cantidad de vapor de agua y cuanto más elevada sea la temperatura interior de la casa más se carga el aire en vapor de agua. Pero tan pronto como se ha alcanzado el grado de saturación o cuando la temperatura baja (en contacto con una pared fría y mal aislada, por ejemplo) el exceso de vapor vuelve al estado líquido, produciéndose la condensación.
Una buena ventilación (tomas de aire, aireación, extractores, etc.) atenuará el problema, alejando el aire humedecido e introduciendo aire más seco.
Un extractor funciona más eficazmente colocado en un sitio alto. En un cuarto de baño o en una cocina debe colocarse lo más cerca posible de la fuente de humedad, pero nunca en ventanas que se deban abrir.
El mejor remedio contra la condensación consiste en aislar las paredes exteriores para que retengan el calor. Es poco probable que se cubra de condensación una pared cuya temperatura se aproxime a la temperatura ambiente. Lo ideal seria mantener la casa a temperatura constante; una calefacción que funcione durante las 24 horas del día no es razonable, a menos que esté aislada térmicamente.
Una temperatura elevada y una atmósfera húmeda provocan la condensación sobre las superficies más frías, tal como son las paredes y los cristales de las ventanas. Pero se puede dominar este fenómeno aislando las paredes y colocando un extractor en la ventana.
Se tomarán, en principio, medidas sencillas: abrir la ventana, por lo menos durante el verano y en los días buenos de las otras estaciones, antes de abrir el agua caliente del baño o de trabajar en la cocina. Sólo con esto la condensación será menos importante. Al llenar una bañera o abrir la ducha en invierno se dejará correr un poco de agua fría; de este modo el agua caliente producirá menos vapor y menos condensación.